ARTÍCULO DE OPINIÓN
Escrito por Eduard Pérez – Profesor de Mastering Crypto.
2022 está siendo un año de extremos. Y no solo para Bitcoin.
Extremos que ya se gestaron durante la crisis del covid-19 (¿quién se acuerda de él?) y que la invasión rusa de Ucrania ha llevado al siguiente nivel.
Cada vez tengo más claro que esta crisis geopolítica no es como la otras y que habrá consecuencias duraderas para la economía mundial.
Este no es el “típico conflicto” de África u Oriente Medio que lamentablemente apenas tiene transcendencia en el panorama geopolítico mundial. La invasión de Ucrania ha provocado reacciones económicas y diplomáticas sin precedentes desde el final de la Guerra Fría, además de la emoción natural de la opinión pública mundial.
Pero, ¿qué tiene que ver esto con Bitcoin? Ahora lo veremos.
El petróleo se enfrenta a una situación totalmente inesperada y que no tiene parangón en la historia moderna: ha pasado de la abundancia extrema a la escasez forzosa.
Hace apenas 2 años los futuros del petróleo de Texas llegaron a cotizar en valores negativos (aprox. -24 dólares).
Eso significaba que te pagaban si te llevabas los barriles a tu casa ya que nadie sabía dónde almacenarlos. Hoy, el petróleo (Brent) ha multiplicado su precio por 6 desde entonces y cotiza a 120 dólares por barril en el momento de escribir estas líneas.
Sin embargo, pese a que sigue subiendo poco a poco, el precio de Bitcoin y las principales criptomonedas permanece bastante estable, casi contemplando lo que pasa a su alrededor con cierto sigilo. Hay prudencia en el ambiente crypto, e incluso cierto escepticismo.
Honduras NO, pero Rusia SÍ
Llegamos al motivo por el cual he titulado así el correo de hoy.
Durante los últimos días, corría por las redes el rumor de que Honduras estaba a punto de anunciar que daría a Bitcoin el estatus de moneda de curso legal.
Sin embargo, esta semana el Banco Central de Honduras desmentía los rumores mediante un comunicado, deshaciendo las ilusiones de los cryptolovers de que Honduras fuera el segundo país del mundo en aceptar Bitcoin como medio de pago después de El Salvador.
Veremos lo que sucede a futuro. Aunque creo que los CBDCs representan una alternativa más factible para los bancos centrales. De esto hablaremos en futuros posts.
No obstante, esta vez la campanada esta vez la ha dado Rusia cuando el presidente del Comité Energético de la Duma ha dicho que se plantean aceptar Bitcoin para el pago de sus exportaciones de energía, al menos por parte de China y Turquía (2 países que no son especialmente crypto-amigables, por cierto).
Esto sí que es muy interesante, porque supone un precedente del que no tenemos registro hasta ahora. Se trata de una economía fuertemente consolidada como la rusa, planteándose comercializar su producto estrella aceptando Bitcoin a cambio.
B-R-U-T-A-L.
Las preguntas que podemos hacernos a partir de aquí son:
❓ ¿Estamos asistiendo, una vez más, a una desdolarización por parte de algunos países?
❓ ¿Son las #criptomonedas un caballo de batalla en ese sentido teniendo en cuenta que la infraestructura está probada, testeada y en pleno crecimiento de su adopción?
❓ Si el bitcoin se utiliza para comprar barriles de petróleo, ¿se le está otorgando, de facto, un estatus parecido al de una moneda de cambio?
❓ ¿Se trata de una situación excepcional debido a los bloqueos económicos internacionales que está sufriendo Rusia o podría convertirse en algo duradero?
Lo más importante aquí es darnos cuenta de que estamos viviendo una situación muy anómala, en todos los sentidos.
El Bitcoin es la alternativa tecnológica, no un valor refugio
La inflación está alcanzando cuotas no vistas desde finales de los 70, por no mencionar que salimos de una pandemia de la que aún no sabemos cómo va a evolucionar.
Y, por otra parte, tenemos a nuestro alcance (como usuarios, como instituciones y como países) una tecnología que nos permite traspasar valor unos a otros sin que NADIE pueda pararlo.
¿No os parece que esto es como volver a poner todas las fichas de la partida de ajedrez en sus casillas de salida?
Ya hace tiempo, en este post, argumentaba que el bitcoin no es un valor refugio, sino más bien una alternativa económico-financiera para cuando todo lo demás se tambalea.
Bitcoin no es sólo un activo financiero digital al uso. Bitcoin y algunas criptomonedas incluyen en su código todo un sistema de transferencia de valor auto-regulado y auto-regulable que atiende perfectamente a las leyes de oferta y demanda (en todos los sentidos) sin necesidad de disponer de una entidad central que lo regule (aunque necesita de una entidad central que lo mejore).
Y cuando un país tiene el veto por parte de quienes controlan (de momento) las finanzas y los flujos de capitales (véase el sistema SWIFT) lo que hace es buscar la manera de poder seguir comerciando para mantener su flujo de dinero.
Sea como sea.
Y Bitcoin es una alternativa más que plausible. Ya que es una red testeada, probada en entornos de estrés y con una tasa de adopción creciente similar a la de otras tecnologías (por ejemplo, el móvil).
Que no te dejen engañar las últimas caídas de precios: las criptomonedas han llegado para quedarse. Eso sí, no todas lo conseguirán, de la misma forma que pasó durante la burbuja puntocom.
Muchas perecerán. Pero si sabes escoger bien y tienes una visión a medio-largo plazo, créeme cuando te digo que presenciaremos el mayor traspaso de riqueza de nuestras vidas cuando el sistema actual colapse evolucione.
¿Cuándo ocurrirá? Sinceramente, no lo sé. De momento, las fichas del ajedrez parecen estar moviéndose. Y mucho.
Si quieres saber cómo sacar provecho de todo lo que está por venir, visita este link. Y únete a la comunidad de personas que ya son conscientes del cambio de paradigma que se acerca.
Que Satoshi esté contigo.
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