ARTÍCULO DE OPINIÓN
Escrito por Eduard Pérez – Profesor de Mastering Crypto.
No solo puede, sino que además cuenta con el amparo de la institución reguladora y financiera superior: el Banco Central.
El dinero que tienes en el banco no es de tu propiedad
Puede que este tema suene a manido, pero lo repetiré las veces que haga falta: el dinero que tienes en el banco no es tuyo, no es de tu propiedad.
Entonces, ¿qué es? Básicamente, el dinero que tienes en tu banco es deuda. Concretamente, una deuda que el banco tiene contigo.
Supongo que no te estoy descubriendo nada si te digo que desde el primer momento en el que dejas tu dinero en el banco este ya se ha ido a otro sitio. Bien sea un préstamo a una PYME o cualquier otra operación financiera. Esto se conoce como reserva fraccionaria.
Por lo general, el correcto flujo del crédito en una economía sana (o enferma pero alimentada a base de esteroides monetarios) permite 2 cosas:
- Que las personas puedan financiar sus proyectos de vida;
- Y que las personas se sigan fiando de tener su dinero en el banco.
Como siempre se dice: “que bien se está cuando todo está bien”. El problema ocurre cuando hay desajustes (véase crisis o recolocaciones de capital) y esos pasivos (deudas) que sustentan el sistema empiezan a tambalear (por lo general, caer de precio).
En ese momento es cuando la confianza cae y la verdad te da de bruces en la cara: tu dinero no es tuyo, es del banco. Y éste decide cuándo y cómo te lo da.
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Los activos digitales son la próxima gran crisis financiera
Entendamos crisis como un cambio, una oportunidad que, por lo general, suele ser especialmente dolorosa para quienes están en el lado perdedor desinformado.
En esa línea, los activos digitales representan la evolución lógica de la próxima gran crisis financiera. No me refiero a la causa (aunque estoy seguro de que la narrativa predominante intentará hacernos creer que así es), me refiero al resultado de la próxima crisis.
He querido poner activos digitales para incluir a las CBDCs, las monedas de los Bancos Centrales que muy posiblemente convivirán con el dinero fiat que tenemos ahora.
Sin embargo, emergerán nuevas formas de dinero público-privado, probablemente emitidas por instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) que aprovecharán esta crisis para erigirse no solo como los grandes acreedores de los países, sino también como grandes emisores de dinero (que al fin y al cabo es deuda).
En todo este panorama, aquellos bancos/países menos preparados para afrontar este cambio se verán obligados a practicar técnicas coercitivas para evitar la salida de capitales que inevitablemente experimentarán.
Y, sin duda, las criptomonedas y otros activos digitales serán uno de los lugares que recibirán parte de ese flujo evasivo de capitales. Y no me refiero solo a Bitcoin, me refiero especialmente a las stablecoins y otras formas de dinero que estarán controladas por grandes productores de tecnología financiera.
Los bloqueos de compras de criptomonedas solo son el principio
Vaya por delante, mi intención no es atacar a los bancos ni a las instituciones reguladoras. Todo lo contrario.
Lo que realmente pongo sobre la mesa es que no podemos naturalizar un comportamiento restrictivo y totalmente desproporcionado ante la libertad de uso de algo que (en el papel) es nuestro, como es nuestro dinero.
El problema surge cuando leo un post escrito y publicado en la web del Banco de España donde naturaliza el hecho de que un banco decida unilateralmente bloquearte una transferencia para comprar criptomonedas.
Es ahí donde saltan las alarmas: ¿puede mi banco, de forma unilateral, decidir bloquear una transferencia de dinero lícito? ¿Bajo qué pretexto(s)? ¿Y cuál es el proceso para revertir este bloqueo?
Sinceramente, todo esto me suena a paternalismo pseudo-estatal…pero vamos a ver en qué casos puede tu banco bloquearte una transferencia.
¿Cuándo puede tu banco bloquear una transferencia?
Ciertamente, cada vez es mayor el control que las instituciones financieras y tributarias intentan imponer sobre las criptomonedas.
Reitero: estoy de acuerdo con la regulación y control de este sector económico. Sin embargo, no estoy de acuerdo con las medidas que restringen sobremanera las libertades.
Pero, ¿en qué contexto se está produciendo todo esto?
Antes de nada, debes recordar que, los supervisores financieros españoles y europeos han publicado recientemente una advertencia sobre los riesgos de la inversión en criptoactivos, en la que reiteran que no son adecuados para la mayoría de consumidores minoristas, ni tampoco como medio de pago o intercambio.
Volviendo al bloqueo de esa transferencia, éste puede suceder por varios motivos. Aquí algunos ejemplos:
- Suplantación de identidad con robo de credenciales. Son frecuentes los casos en los que se produce un uso fraudulento de las cuentas de los clientes de una entidad bancaria tras haberles robado sus credenciales y que terminan en una transferencia para adquirir criptomonedas.
- Por otra parte, las entidades financieras están sujetas a la Ley de prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo. Esta norma les obliga a realizar determinados controles con sus clientes, quienes a su vez deberán colaborar en su cumplimiento.
- También puede ocurrir que el banco clasifique ese tipo de operación como de alto riesgo y decida exigir controles adicionales, como realizar una llamada de teléfono o pedir que acudas a la oficina.
En todo caso, cuando una entidad decide adoptar una medida necesaria para el cumplimiento de la normativa de prevención del blanqueo que implique restricciones a la operativa de un cliente, debe informarle de ello.
En principio, le debe ofrecer al menos una motivación genérica de porqué adopta esa medida, citando expresamente la Ley 10/2010, salvo que la entidad considere que en el caso concreto planteado existen razones especiales de confidencialidad para no hacerlo.
Asimismo, cuando se aplican este tipo de medidas restrictivas de la operativa, estas deben aplicarse con cierto grado de flexibilidad, valorándose las circunstancias especiales de cada caso concreto, por ejemplo, el estado de salud del cliente o la distancia del lugar de residencia.
Consecuencias de este control de actividad bancaria
Dejando de lado la incomodidad de tener que acudir a tu banco porque éste ha decidido bloquearte una transferencia (lícita), esta medida tiene muchos matices.
Si bien entiendo perfectamente la necesidad de tener un control del flujo de capitales, especialmente para evitar la financiación de actividades delictivas, lo que me preocupa sobremanera es el foco extremadamente sesgado que se está poniendo sobre las criptomonedas.
Y creo que todo se reduce a que las instituciones aun perciben las criptomonedas como un territorio con tintes anárquicos donde no ejercen un control. Y precisamente ahí es donde reside el punto de conflicto.
Si tomamos a las criptomonedas como un sandbox donde experimentar, construir y perfeccionar un sistema económico-financiero alternativo, cualquier medida restrictiva tiene un impacto mucho mayor debido a la juventud y escaso tamaño del ecosistema crypto.
Precisamente, este cerco que se hace con las criptomonedas resulta especialmente nocivo pues podría terminar potenciando un efecto gueto pernicioso para los usuarios.
Criminalizar y/o estigmatizar el uso de las criptomonedas es poner barreras a la que podría ser la próxima gran revolución tecnológica. Recordemos que el sistema financiero es, en términos monetarios, la economía más grande del mundo. Y, por ende, la innovación irá de la mano.
Debemos regular las criptomonedas. Debemos proteger a los consumidores. Pero también debemos crear puentes de entrada-salida más efectivos. Como decía Isaac Asimov, “La violencia es el refugio de los incompetentes”.
La era de la descentralización: cada casa será un exchange
España, la UE y el resto de países líderes, tienen la oportunidad de liderar la que probablemente sea la era de la descentralización.
En el futuro, cada hogar será un nodo de un sistema hiperconectado a todos los niveles. Minar criptomonedas, hacer staking e intercambiar NFTs será una actividad tan cotidiana como lo es ahora usar las redes sociales.
No solo nos intercambiaremos likes y contenido, nos intercambiaremos valor. La economía va a crear nuevos flujos totalmente digitalizados hasta niveles que no nos podemos ni imaginar. Las casas no sólo serán puntos de consumo, sino que pasarán a ser puntos generadores de intercambios económicos. No sólo a nivel energético (produciremos nuestra propia energía), sino que intercambiaremos valor desde nuestras propias billeteras, sin necesidad de intermediarios.
Tendremos al mejor intermediario: la blockchain. Una blockchain interoperable y sin barreras a la que se conectarán todos los nodos y billeteras del mundo, incluidos nuestros electrodomésticos y otros aparatos. Los cuales tendrán una identidad digital como la tendremos nosotros y que estará registrada en la blockchain.
Quizás esto te pueda parecer ciencia ficción ahora mismo. Pero recuerda que hace poco más de una década era impensable tener una cuenta corriente fuera del sistema bancario y ahora probablemente no concibas el hecho de eliminar tu wallet de tu vida.
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